a un año de vida
Como cada día, me siento frente a la computadora... miro el jardín y de reojo observo la imagen de mi recuerdo; donde está la foto de mi mamá, sentada con sus tres nietos. Ella sonríe, los niños sonríen, y yo sonrío... todos los días. Como un ritual, como hacer yoga, caminar y respirar.
Después de un año de vivir a través de una maraña de emociones cruzadas: me mudé de país, estaba empezando a adaptarme a una nueva vida, a vivir en pareja, la muerte de mi suegra, el nacimiento de mi noveno sobrino... todo sucedió muy rápido, casi imperciptible de lo impactante, y se necesita tiempo para poder digerir tanta emoción.
Parece que como todo, el tiempo pasa, se calma la tempestad y la vida se vuelve más llevadera; más disfrutable. A la distancia, a 12 meses puedo decir que cada vez que pienso en el bebé me voy a acordar de mi suegra a quien no tuve oportunidad de conocer lo suficiente, y me es imposible dejar de pensar que cada que la Tierra pierde un valioso poblador, engendra a otro con el mismo potencial. Para hacernos a todos conscientes de lo que realmente es la vida,
de que no hay vida sin muerte,
muerte sin vida
ni huevo sin gallina.
Este año no podré estar cerca para el cumpleaños del pequeñin, pero desde acá la tía Vava le susurra al oido "pide un deseo bebé... porque los deseos, junto a la buena voluntad, terminan por cumplirse"
Después de un año de vivir a través de una maraña de emociones cruzadas: me mudé de país, estaba empezando a adaptarme a una nueva vida, a vivir en pareja, la muerte de mi suegra, el nacimiento de mi noveno sobrino... todo sucedió muy rápido, casi imperciptible de lo impactante, y se necesita tiempo para poder digerir tanta emoción.
Parece que como todo, el tiempo pasa, se calma la tempestad y la vida se vuelve más llevadera; más disfrutable. A la distancia, a 12 meses puedo decir que cada vez que pienso en el bebé me voy a acordar de mi suegra a quien no tuve oportunidad de conocer lo suficiente, y me es imposible dejar de pensar que cada que la Tierra pierde un valioso poblador, engendra a otro con el mismo potencial. Para hacernos a todos conscientes de lo que realmente es la vida,
de que no hay vida sin muerte,
muerte sin vida
ni huevo sin gallina.
Este año no podré estar cerca para el cumpleaños del pequeñin, pero desde acá la tía Vava le susurra al oido "pide un deseo bebé... porque los deseos, junto a la buena voluntad, terminan por cumplirse"
Comentarios
viejos los cerros
Sorry, ando en drogas y en frotting communities y así.
Un abrazo.
vaya, que bonita sorpresa.
te veo más crecidita eh? tipo como salmón :P
besos traviesos!!
un placer entrar de nuevo a tu espacio, un beso.