esperando el final
Él, lleno de ardor y desprecio, pensaba en el final. Lo tenía todo dispuesto; la tarima, la soga y el gato en la bolsa. Había pasado la noche rumiando macabramente sobre el tejado de sus patrones. Conseguido su cometido; horrorizar al patrón y su mujer. Esa mujer frívola y hermosa. A la mañana siguiente, la orden fue clara: parece que nos han embrujado, deshazte de todos los gatos, menos de Grise. Antes del mediodía, Grise, la consentida de su efímero amor, había sido sometida de un palazo en la espina dorsal y ahora, yacía moribunda en un saco... esperando... esperando.
Comentarios
Me ha gustado tu blog, asi que pido permiso para rondarlo...
Un abrazo
LIBELULA VIVIENTE
Saludoa!
(nunca mejor dicho)
gracias por la visita camacho.
no se que es jodienda pero me lo imagino :P