prólogo de la comedia


Se hizo un violín de cristal porque quería ver la música. 
Arrastró su barca hasta la cima de una montaña y esperó a que el mar llegara hasta allí. 
Por las noches estudiaba el "Horario de trenes"; 
las estaciones de destino le sacaban lágrimas de emoción. 
Criaba rosas con dos erres. 
Escribió un poema para el crecimiento del cabello y otro para lo mismo. 
Estropeó el reloj del ayuntamiento para detener de una vez por todas la caída de las hojas de los árboles. 
En una maceta que vió crecer la hierbabuena quiso hacer excavaciones para encontrar una ciudad. 
Anduvo con la Tierra a sus pies, sonriente, despacito, como dos y dos son dos: feliz. Cuando le dijeron que no existía, al no poder morir de pena, tuvo que nacer. 
Ya anda viviendo por ah; parpadea y crece. 
¡Justo a tiempo! 
¡En un buen momento! 
A Nuestra Señora del Amor Hermoso, la Dulce Máquina de la Prudencia, pronto le irá bien un bufón para la honesta diversión y la inocente alegría.



Wislawa Szymborska
Premio Nóbel de Literatura 1996

Comentarios

Entradas populares