Es ist ein Ros' entsprungen



El invierno se robó mi corazón
de nuevo...
Llegó hace tres cuartos de luna
cuando menos lo esperaba
y con el primero soplo
arrasó
inclemente
con mi calefacción interior.

Las improvisadas velas
instaladas en la cavidad toráxica,
vísceras perdidas
todo muerto
nada está.

Fantasmas
alumbrando mi soledad,
remedio temporal
y recurrente
de mi patética infelicidad.

Con un resignado carraspeo
intento desatar el nudo interior,
en vano
agito el cristal
que cubre mis ojos
esqueleto completo.

Los dedos me duelen,
me es difícil caminar
y entre cada estornudo
comienzo a pensar
que todos los diciembres
serán igual;
la misma inválida estática
felicidad efímera
de un consumismo prefabricado
y mierda blanca…
artificial.

El invierno se robó mi corazón
otra vez.
Me inquieta saber
si alguna vez se cansará,
o de jodido
cuándo aprenderá
que el dejarme desangrar
no me ayudará
a dejar de estar…
a dejar de sentir…
a florecer
como la rosa en navidad.









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