melancolía




y entonces ella puso un tapetito en el jardín.
se sentó, abrió los brazos, miró la luna y cerró los ojos.
se concentró, le tomó toda una vida, se elevó y voló alto...
y cuando bajó, abrió los párpados y la buscó.
la luna ya no estaba
y la melancolía volvió.

Comentarios

Diego ha dicho que…
Esto parece tener que ver con algo que escribí hace poquito... ¿es casualidad nomás? Sería divertido.
Vanessa Alanís ha dicho que…
no, nada casual. en efecto es algo que escribí después de entrar a tu blog. pero lo tenía guardadito.

como va ?

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