migraciones





Si llueve mucho el barrio 
se vuelve una isla. 
Las calles que lo rodean 
se transforman en ríos
y los vecinos se quedan en casa. 
Algunos protestan por la sudestada. 
Otros se divierten 
con este capricho
de volverse Venecia por unos días. 
Los árboles, de tanta lluvia, 
se ponen casi fluorescentes, 
y por los caminitos 
pasan paraguas multicolores 
como flores móviles migrando de un jardín a otro.

Comentarios

Eme ha dicho que…
me encantan todos los poemas de Catalinas Sur!!

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