los domingos son lo peor


me gusta pasar por las redes sociales y descoserme escribiendo textos absurdos y breves, en especial los twits sabiendo que nadie me lee, que tengo pocos seguidores, pero me pasa mucho que justo me lee la persona incorrecta, y que justo ese twit que era importante, tiene un typo. luego me gusta borrarme, y pensar que no dije nada, que no escribí nada, que no soy.

 

me gusta leer a Ana Navajas que tiene una agenda de domingo donde escribe párrafos que parece que no están conectados, pero al final te dejan toda enmarañada de emociones, me hace teletransportarme, me dan ganas de volver a escribir (luego se me pasa) me llena de nostalgia, me dan ganas de comer sándwich de queso

 

Es muy temprano para la nostalgia? o tal vez muy tarde. La nostalgia, siento, se valida más a la mañana, si eres depresivo, y a la noche si eres borracho. A medio día hay que trabajar, ocuparse de otros, hacer como que uno es funcional, no pensar tanto en lo que no está, y en lo que extrañas o te falta, piensas en el súper y en dónde estacionar, eso no se puede hacer de madrugada. Entonces de madrugada extrañas, lloras, escribes, te resignas y te vas a dormir. A la mañana estás ahí de vuelta, con todo ese cocktail que no te deja levantarte de la cama, esa es la nostalgia más difícil de combatir.

 

A veces escribo un texto y lo voy espaciando con el placer de darle fuerte a la tecla ENTER,  rompo esa verborragia y lo lleno de pausas, saco las comas, es el espacio, entre una línea y la otra, la que lo llena de música, a veces a ese texto además le nace una canción, pero a veces es solo una servilleta que se arruga y se va a la basura. No todos los versos nacen para ser canción.

 

Hay algo con Moctezuma que trasciende las fronteras. si eres extranjero, ten cuidado, tarde o temprano te atrapa su venganza. Durante muchos años no me importó, porque Moctezuma y yo estamos en el mismo equipo, por así decirlo, pero después tuve la brillante idea de hacerme de una familia de extranjeros y lo veo aparecer, cada tanto, en los momentos más obvios, y darme cuenta que soy inmune en mi persona, pero no en mi unidad familiar… así que toda su pantomima termina siendo una doble venganza.

 

Allá afuera suena música carioca, allá afuera siempre es carnaval, pero hoy es domingo, los domingos son los peores. El chat de la familia se enciende, nos saludamos, mandamos fotos de donde estamos, qué come cada uno, hablamos del clima, alguien manda un meme, un par de stickers, el chat alternativo se enciende para burlarnos de los demás, nos acordamos que a la mayoría les fastidia ir a misa, pero nos acordamos de la misa, las campanas, los jardines, darse la mano con desconocidos mirándose a los ojos, afuera las palomas, las papas de carrito y los tacos de barbacoa. Nos acordamos de la abuela y de mamá, y alguno manda una oración. No queda nada de eso, o queda poco, solo en el recuerdo, y en el chat, y algo en el corazón desquebrajado por la distancia. los domingos son lo peor.

 

 

 

Comentarios

Filiola ha dicho que…
Los domingos son lo peor y también lo mejor porque revuelven estás cosas. Sentir es necesario para vivir. Un poco más que el súper. Y qué nostalgia comentar este blog. Besitos chilangos desde un balcón leyendo a Elena Ferrante y comiendo uvas.
Cabrónidas ha dicho que…
Los domingos son putos domingos porque preceden a los lunes, que es cuando hay que ir a currar. Putos domingos.

Entradas populares