volver a esa antigua frontera mía
¿dónde queda la frontera cuando te has ido?
la frontera no es una línea física, sino una barrera imaginaria. nos gusta dibujar la frontera, construirla, para mirarla, para comprender nuestros conjuntos, nuestras limitantes y nuestras áreas de acción.
el problema está en que, cuando se rompen las fronteras, no existen más. esto, aunque es algo positivo, genera angustia. finalmente, te has hecho ciudadano del mundo. y tu tierra -con su frontera de cemento y su mar tan vivo- ha quedado en tu memoria.
cuando alguna vez vuelvas, ahí estará el malecón, y las olas y el agua cristalina, y el sabor a mar y el olor de la salsa y todo eso que es tan nostálgico. todo está pero está distinto. en cierto sentido nada quedó como lo dejaste, ni siquiera el polvo sobre tus libros.
cuando vuelvas ahí, los niños serán menos niños, los viejos tendrán más arrugas o tal vez estén muertos. las palabras que usabas serán parte de un caló urbano casi extinto.
cuando vuelvas del otro lado, verás que la frontera ya no está ahí, la frontera va contigo, expandiéndose. porque está viva.
y por eso duele más...
las fotos son de nar9.com
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