errores irreparables

  
-       Son las 2:00am wey! Ya vámonos!

-       No mames, quedémonos otro ratito.

-       ¿Pero mañana no tienes tu examen de admisión a la universidad?

-       Si… me levanto a huevo. 

- Wey, no chingues! ya son las 5:00am, ya vámonos.

- Ni madres, ya fue.... Me voy en vivo.

 

8.30 am el teléfono, la luz de un sol inclemente que no perdona la cruda y el desvelo. La voz de una madre desde algún balneario lejano. También hay algo de culpa en su tono.

- ¿ya te levantaste?

- ya me levanté.

 

Le dije que sí, que me incorporé, me bañé, me fui.

Luego le conté que el examen había estado aburrido y largo, pero fácil.

Pero no. No fui. No me paré. A las 8:31am corté el teléfono, me di vuelta y seguí durmiendo con mucha culpa pero con convicción de no levantarme hasta las 2:45pm

 

Meses después armé una mochila y me fui a recorrer el mundo. 

La universidad estuvo cerrada casi dos años por un paro estudiantil.

 

En muchas vidas se llega a cometer al menos un error irreparable. 

No ser joven cuando se es joven, es tal vez el peor de los errores irreparables.