simple mathematics

La clase de Temas Selectos de Mate -hace ya 6 años- ha sido uno de mis más grandes errores selectivos de la historia.
Solía partirme el cráneo martes y jueves de 10am a 12pm escuchando a un profesor de tercer mundo que resumía sus lecciones en "Los que vienen de área I ya vieron esto en cálculo diferencial, ¿cierto? … Bien, entonces pacemos a la siguiente unidad."
Le faltaba decir "los que vienen de área IV porqué no salen a atrapar mariposas al jardín y nos vemos en el extraordinario".
Igual me tronó ese hijo de puta todo el año... e igual bajó mi promedio general 3 décimas... *los ñoños de mi escuela me veían con desprecio en la graduación*
Recuerdo cómo mi amigo Claudio agotaba su infinita paciencia tratando de explicarme cómo funcionan los sistemas matriciales… fracasó siempre, de todas esas noches sólo recuerdo el nombrecito pomposo de esas cajas de números del diablo… también recuerdo que aprendí que Excel las usa -y si Excel ya aprendió a hacerlo ¿porqué tengo que aprenderlo yo???- y remembro una excelsa demostración de Claudio quien no sabe usar una graficadora Casio y terminaba las clases particulares de Mate todo lleno de odio… y de cerveza.
Recuerdo a Manuel haciendo comentarios mamones desde la cocina de su casa mientras acomodábamos los libros de mate y el tablero de Risk… comentarios como “las derivadas son funcionales en el sentido de las matemáticas de principios del siglo anterior” y yo nada más pensaba “claro pendejo… tú porque estudiaste Física en la UNAM”.
Al día siguiente en la escuela; la misma historia… Si me iba bien el resultado de mi examen era un hermoso 4 que se promediaba con una botella de Whiskey y ojitos de suspiro de perro hambreado desde hace 40 días.
Yo salía de la “baticueva” con los ojos rojos, la mano izquierda sudada, el codo izquierdo acalambrado, la espalda torcida, el cerebro bloqueado… y en la cafetería escuchaba a Rodrigo León (ahora actuario del ITAM empezando doctorado en no-sé-qué-madre-incomprensible en la London School of Economics de Inglaterra) charlar con Carlos Lever (ahora economista del ITAM a mediados de doctorado en economía-de-los-puntos-de-equilibrio-o-algo-así en Stanford).
- ¿Cómo resolviste el problema 3?
- ¿El del foco y la mesa?
- Ajá. *y Dimi levanta la oreja desde una mesa vecina*
- Comencé utilizando un sistema de variantes, pero descubrí que el resultado mermaba cada 4 unidades.
- Si obvio, lo más sencillo era derivar y luego usar una regla de 3 con la tercer parte.
- Correcto. *blink blink*
- ¿Y qué hiciste con el algoritmo? *yo ni sé lo que es un algoritmo.*
- Dejé en blanco la 4 porque ya tenía puntos extras del examen parcial anterior.
- ¿NO MAMEN QUE LA CUATRO ERA UN ALGORITMO?

Ahora se que un algoritmo es algo así como una fórmula muy compleja aplicada a una situación particular y que Google funciona a base de algoritmos… pero eso me lo dijo Memo, otro amigo mío… de esos ñoños que me rodean jajajaja. Y yo le creo ciegamente.
Bueno, mis amigos son ñoños, y seguramente tendrán super empleos, súper salarios y veinte años más tarde yo seguiré criticándolos en mis efimerías… pero siempre tendré la esperanza de que no pierdan la onda; tipo Napoleón Dynamite.
Si volviera a cursar esa materia de temas selectos de mate –lo cual sería una estúpida e innecesaria necedad- contestaría los exámenes sin tanto estress y con mucho más actitud.





*los nombres en este post han sido alterados para proteger la identidad de sus ñoños ^^*

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