letras desde el volcán
Desde cada palabra
Lloro
Desde cada recuerdo
se humedece el pensamiento
con cada suspiro
un calambre en el alma.
La luna,
Allá arriba,
hacia donde se oculta
su contrario
matutino;
Aquella luna
nos brinda su mejor sonrisa
como el gato
ese del cuento
que tanto me gusta...
Y yo
decido ignorarla
darle la espalda
mirar hacia el volcán
el oriente
donde está la seda
aunque no tan lejos
puesto que
mi visión no llega
en cambio,
permanece cerca
Me consuela saber
que no estás tan lejos
y sin embargo,
si lo suficiente
como para que la nieve
me cubra el rostro
Y el frío
congele el dolor,
las lágrimas,
la espera,
el tiempo maldito
de tu ausencia...
El alcohol
no ha podido remediarte
no ha podido ignorarte;
En mí
queda nada
todo falta
porque no estás tú.
Del silencio del teléfono
digo nada
lo supuse
que no marcarías
que sería imposible
que yo te llamase.
Desde tus letras
que no escuché
intuyo un dolor
compartido
marchito
de pronto podrido
Amargo
como el mate
que te espera
para curarse
Para sanearme el alma
de ese dolor
que, como mis pies,
con este frío infernal
permanece
Acalambrado...
El paracaídas se cae
sigue su trayecto
salir a dar vueltas
y soplar con fuerzas
no ayudará
a sentirme aliviada.
Yo te necesito
Mercurio enigmático
Pesado
Brillante
Plateado,
No sé
Metal venenoso
del cual es adicta mi alma
desde el sopor
que provoca la nada
Lloro,
seguiré haciéndolo
hasta que vuelvas
o quede nada.