a casi una vuelta de luna
Te seguiré escribiendo,
seguirás siendo parte de mi corazón…
siempre.
Aunque es probable que no lo vuelvas a leer.
que te vaya bien
que logres tus metas
que seas feliz…
A casi una vuelta de luna
me despido
sin decir adiós,
das la vuela
doy las gracias
y el último suspiro.
La gente por las calles me mira
acaso sean los anteojos,
los altos zapatos
o mi estúpida manera de caminar
sin rumbo…
Con los ojos tan rojos
vacíos
de ti,
yo los miro de vuela
y pienso…
en lo maravilloso que es dejar de pensar.
Soy un pésimo peatón
camino con cautela
respeto las señales de tránsito
tiendo a partirme la madre
a cada esquina
a cada vuelta de luna…
Al bajar la marea apareciste
robaste mis besos
tomaste mi mano
y me envolviste
con tu aroma.
Hoy la marea
está un tanto arriba,
espero que te trague
a ver si aprendes
a dejar de jugar conmigo.
A casi una vuelta de luna
me harto de tu indecisión,
o tus ganas de no herirme…
de motivarme
y abandonarme a tu recuerdo.
Fastidiada estoy
de esta tristeza;
entristecerme
me hace caminar
cual vil idiota
por las calles de una ciudad
que siempre me ha visto extraña.
Un viejo
fuera del metro
me revisa
las nalgas,
espero que no las haya hurtado.
Un taxista
es prófugo de la tumba
por accidente
después de casi estrellarse
por saborearse mis piernas.
¿Y tú dónde estás?,
¿porqué dejaste de desearme?
¿dónde se te acabó la pasión
que te volvió loco?
hace ya…
ya no recuerdo cuando
ya no lo recuerdo…
A mis frases se les terminan
los suspiros,
los acentos,
los pasos
y las ganas de seguir
creándose sin dueño.
Eventualmente me detendré,
no hay lucha que dure
para siempre
no para mí,
por lo menos no para mí.
Terminaré caminando
sin rumbo
por las grandes avenidas
del sur
de esta ciudad que no conoce
la luna del mar
que me hizo conocerte.
Por cierto,
este poema es
una de las peores mierdas
que me has inspirado…
Porque cuando has dejado de sentirme
este vacío
suena a caparazón
de cangrejo ermitaño,
suena a vaso de plástico
en el basurero,
suena a vacío.
No suena.
Significa que tu
no sientes un carajo
no,
no significa nada.
Espero estés contento
paladeando…
el sabor de victoria
te cariará los dientes,
sentirás la arena
corromperte la garganta,
esclavizándote el pecho
mientras caminas,
tiranizándote la frente
mientras manejas,
oprimiéndote los sueños
cuando duermas.
Y cuando dejes de pensar en mí
posiblemente no estaré
y ya no me importe llorarte,
ni esperar
que mis versos te atrapen
cada mañana
en esos breves instantes
que son sólo míos.
Me gustaría pensar
o tal vez no,
porque cada vez que pienso
termino así,
jodida.
Mejor seguiré caminando,
los albañiles
podrán seguir
chiflándome
mientras camino
a paso de cangrejo
al mismo lugar donde empecé,
hace ya casi una puta luna.
¡Qué hermosa estaba!
redonda y amarilla
bostezando de sueño.
Casi segura estoy
de su culpa
o su intervención.
Hizo que viera en ti a otra persona
o tal vez sólo me deslumbró
o te presentó a una mujer
mucho más distinta de lo que yo soy.
y te decepcionó,
o te dio pavor
eso del cambio…
Ya no sé
no debería de importarme,
debo dejar de pensar
quisiera poder terminar
mis escritos sobre ti.
Cambiar de etapa,
seguir marcándome rayas
de eterno tiempo
con una navaja oxidada,
en las vísceras
a ver si así se me gangrena el corazón
y deja de sentir…
Ojalá que te arrepientas
y que cuando eso suceda
yo siga ahí.
Si algún día quieres volverme a buscar
asegúrate de no tener ningún otro compromiso
que te haga echarte para atrás
y romperme la madre de esta manera.
Te lo digo en serio,
sin rencores
ni malas vibras
te lo digo
porque te quiero.
seguirás siendo parte de mi corazón…
siempre.
Aunque es probable que no lo vuelvas a leer.
que te vaya bien
que logres tus metas
que seas feliz…
A casi una vuelta de luna
me despido
sin decir adiós,
das la vuela
doy las gracias
y el último suspiro.
La gente por las calles me mira
acaso sean los anteojos,
los altos zapatos
o mi estúpida manera de caminar
sin rumbo…
Con los ojos tan rojos
vacíos
de ti,
yo los miro de vuela
y pienso…
en lo maravilloso que es dejar de pensar.
Soy un pésimo peatón
camino con cautela
respeto las señales de tránsito
tiendo a partirme la madre
a cada esquina
a cada vuelta de luna…
Al bajar la marea apareciste
robaste mis besos
tomaste mi mano
y me envolviste
con tu aroma.
Hoy la marea
está un tanto arriba,
espero que te trague
a ver si aprendes
a dejar de jugar conmigo.
A casi una vuelta de luna
me harto de tu indecisión,
o tus ganas de no herirme…
de motivarme
y abandonarme a tu recuerdo.
Fastidiada estoy
de esta tristeza;
entristecerme
me hace caminar
cual vil idiota
por las calles de una ciudad
que siempre me ha visto extraña.
Un viejo
fuera del metro
me revisa
las nalgas,
espero que no las haya hurtado.
Un taxista
es prófugo de la tumba
por accidente
después de casi estrellarse
por saborearse mis piernas.
¿Y tú dónde estás?,
¿porqué dejaste de desearme?
¿dónde se te acabó la pasión
que te volvió loco?
hace ya…
ya no recuerdo cuando
ya no lo recuerdo…
A mis frases se les terminan
los suspiros,
los acentos,
los pasos
y las ganas de seguir
creándose sin dueño.
Eventualmente me detendré,
no hay lucha que dure
para siempre
no para mí,
por lo menos no para mí.
Terminaré caminando
sin rumbo
por las grandes avenidas
del sur
de esta ciudad que no conoce
la luna del mar
que me hizo conocerte.
Por cierto,
este poema es
una de las peores mierdas
que me has inspirado…
Porque cuando has dejado de sentirme
este vacío
suena a caparazón
de cangrejo ermitaño,
suena a vaso de plástico
en el basurero,
suena a vacío.
No suena.
Significa que tu
no sientes un carajo
no,
no significa nada.
Espero estés contento
paladeando…
el sabor de victoria
te cariará los dientes,
sentirás la arena
corromperte la garganta,
esclavizándote el pecho
mientras caminas,
tiranizándote la frente
mientras manejas,
oprimiéndote los sueños
cuando duermas.
Y cuando dejes de pensar en mí
posiblemente no estaré
y ya no me importe llorarte,
ni esperar
que mis versos te atrapen
cada mañana
en esos breves instantes
que son sólo míos.
Me gustaría pensar
o tal vez no,
porque cada vez que pienso
termino así,
jodida.
Mejor seguiré caminando,
los albañiles
podrán seguir
chiflándome
mientras camino
a paso de cangrejo
al mismo lugar donde empecé,
hace ya casi una puta luna.
¡Qué hermosa estaba!
redonda y amarilla
bostezando de sueño.
Casi segura estoy
de su culpa
o su intervención.
Hizo que viera en ti a otra persona
o tal vez sólo me deslumbró
o te presentó a una mujer
mucho más distinta de lo que yo soy.
y te decepcionó,
o te dio pavor
eso del cambio…
Ya no sé
no debería de importarme,
debo dejar de pensar
quisiera poder terminar
mis escritos sobre ti.
Cambiar de etapa,
seguir marcándome rayas
de eterno tiempo
con una navaja oxidada,
en las vísceras
a ver si así se me gangrena el corazón
y deja de sentir…
Ojalá que te arrepientas
y que cuando eso suceda
yo siga ahí.
Si algún día quieres volverme a buscar
asegúrate de no tener ningún otro compromiso
que te haga echarte para atrás
y romperme la madre de esta manera.
Te lo digo en serio,
sin rencores
ni malas vibras
te lo digo
porque te quiero.
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